domingo, 7 de enero de 2018

Mi kit de supervivencia



            En esta ocasión os traigo mi kit de supervivencia personal. Puede usarse como guía para un kit, pero no es un ejemplo de kit, ya que está basado en mis experiencias personales y gustos propios. Más adelante subiré un kit básico sobre el cual podréis hacer kits propios.


              El recipiente es una lata de una ración de emergencia del ejército, tiene un pequeño accesorio para poder utilizar la lata a modo de recipiente para calentar al fuego.


              En el kit siempre llevo dos métodos para hacer fuego, normalmente con llevar uno es suficiente, pero personalmente prefiero tener una segunda opción. Yo siempre llevo un rascador de magnesio, suele ser mi primera opción. Junto a él, siempre llevo cerillas estanqueizadas, dentro del bote llevo algunas cerillas impermeables.




              En el kit llevo una sierra flexible, apenas ocupa espacio, es muy versátil y muy ligera. Siempre la llevo dentro del plástico para evitar que se roce o pueda arañarme con ella al cogerla. Con esta sierra se puede cortar rápidamente ramas de grosor medio, tiene muchas posibilidades.


             El alambre es otro objeto muy útil y ligero, puede usarse para hacer trampas, como cuerda o para reparar partes del equipo como la mochila. En ocasiones cambio el alambre por cuerda de paracaídas o paracord.


              En mi kit nunca puede faltar un método rápido para purificar agua. Siempre llevo encima pastillas para clorar agua. Su peso es mínimo y se puede purificar un litro por pastilla, es una de las mejores opciones para conseguir agua, sobre todo si estamos en movimiento.





              Dos objetos que nunca faltan son el sedal y los anzuelos, no solo son útiles para la pesca, si no para todo tipo de trampas. Funcionan muy bien en combinación con el alambre. Para ahorrar espacio con el sedal lo llevo enrollado en una vieja cerilla, de este modo evito llevar un rollo de sedal que abulte.





              El manual de supervivencia del Bear Grylls es un pequeño manual resistente al agua que entra de regalo al comprar material de supervivencia de Gerber edición BG. Vienen algunas técnicas básicas de supervivencia, no es un manual salvavidas pero es un buen recordatorio (está totalmente en inglés).


              Y por último, mi navaja de supervivencia. Junto al kit suelo llevar siempre mi Herbertz, una navaja robusta de acero 440. Antes la llevaba dentro del kit, pero cada vez más a menudo la llevo fuera, en su funda, colgada del cinturón. De esta forma mi herramienta básica está siempre a mano. Uno nunca sabe cuándo la va a necesitar.


sábado, 6 de enero de 2018

Psicología del Superviviente



              Una parte esencial de la supervivencia es la preparación mental para la misma. La voluntad de vivir y seguir adelante puede hacer maravillas.
              Una situación de supervivencia normalmente se dará tras un hecho traumático. De modo que debemos tener una mente fuerte y una gran voluntad. No debemos dejarnos superar por el miedo, pues entraremos en pánico y este nos bloqueará y evitará que seamos capaces de desarrollar todas nuestras habilidades y conocimientos.
Es normal sentir miedo, el miedo es innato al ser humano, agudiza nuestros sentidos y nos deja en situación de alerta. Hay que utilizar esa sensación a nuestro favor, la producción extra de adrenalina puede utilizarse para los primeros esfuerzos necesarios para comenzar a sobrevivir.
              Siempre debemos tener en cuenta que tenemos de nuestro lado la voluntad de vivir, sumado a ella tenemos nuestros conocimientos y habilidades. Centrándonos en esto debemos crear la idea de que vamos a sobrevivir. Aferrarnos a esa idea a pesar de que todo esté en nuestra contra.
              Para superar miedos lógicos como caminar a oscuras en la noche o pasar la noche solos, debemos ir acostumbrándonos en entornos controlados. Comenzar a dar paseos nocturnos bajo la luna llena, pasando a paseos con mayor oscuridad y en solitario. Salir de acampada sin compañía, dormir en un terreno abandonado, etc.
              Estos ejercicios de preparación deben hacerse antes de estar en la situación de supervivencia, ya que la situación real será la verdadera prueba de fuego.
              La superación del pánico es una de las primeras necesidades en una situación de supervivencia. Para ello debemos centrarnos en un punto positivo. Crear un núcleo de estabilidad emocional, este puede ser el crear un primer refugio, un primer fuego o alguna pequeña meta en la que nos centremos, tomando eso como punto de partida para una mentalidad positiva, comenzando a creer en nosotros mismo y alejando los malos pensamientos.